La hiperactividad y el déficit de atención.
Uno de los principales
problemas de los chicos con TDAH es la desorganización de su lugar de estudio:
el escritorio y el piso están lleno de libros apilados, de notas y papeles
arrugados. O bien la mochila tiene guardados trabajos sin terminar y que no se
entregaron a tiempo.
La primera palabra que
nos viene a la mente es CAOS y SUCIEDAD. Sin embargo, esto no siempre es así,
los chicos con TDAH y los adolescentes pueden tener una perspectiva diferente
de la situación, es más, se sorprenderán como yo, cuándo les contesten la
lógica que tienen respecto a cómo organizar sus cosas, lo cual en algunos casos
si funciona pero en otros, desafortunadamente no, y más cuándo no se establecen
como un sistema y estrategia útil que podrán aprovechar para beneficiarse en su
vida diaria y en sus deberes escolares.
En el tiempo que he
trabajado con chavos con TDAH en terapia, he comprobado que suelen ser
pensadores visuales y para ellos “limpio y ordenado” es sinónimo de aburrido.
Cuándo he analizado con ellos la forma en como procesan la información, la
mayoría me ha comentado, con sus palabras, que usan “pistas espaciales y
visuales”. Es decir, recuerdan dónde están las cosas, más por cómo se VEN (su
color, la etiqueta, la forma) y en relación al LUGAR que están respecto a otros
objetos. Por ejemplo, a lado del montón de papeles que dejé la semana pasada en
el escritorio.
Si les preguntan, por
ejemplo, ¿Dónde está tu libro de matemáticas? Es muy probable que les venga la
imagen del libro, en el último lugar que lo puso. Pero una vez que lo quitan de
su vista y lo meten en cajón con la orden de “mantener limpio el lugar”, el
cuaderno habrá desaparecido, junto con la tarea que tenía que completar, y la
circular que habían de entregar. Por eso muchas veces los organizadores que
compramos, como carpetas o folders con separaciones, resultan inútiles.
Poner papeles dentro
de un folder sin ninguna marca visual (color, estampa, etc.) será inútil pues
todos los folders para ellos son iguales pero si además los ponemos en un
cajón, será lo mismo que echarlos en la basura.
Como vemos es
necesario poner en marcha algunas estrategias que ayudarán a enfrentar los
problemas de organización que afectan no sólo la vida escolar sino también su
vida en general, como por ejemplo no encontrar el teléfono del amigo o de la
novia, perder los boletos para un concierto o la tarjeta de colección, o los
audífonos para jugar X Box.
Los niños y jóvenes que tienen TDAH presentan irregularidades en
el rendimiento escolar en los que no siempre están comprometidos problemas de
conocimiento, sino en dificultades para demostrar y organizar estos
conocimientos y las habilidades con las que sí cuenta. Como muchos maestros y
padres de familia me han dicho: “es muy inteligente”… “si tan sólo pudiera
poner atención y se mantuviera quieto mientras doy la clase…”
La distracción,
impulsividad, inquietud e hiperactividad, la desorganización y otras
dificultades asociadas con el comportamiento conducen a tareas no terminadas,
instrucciones sin seguir, errores de limpieza, conducta desordenada que lo
perjudican a él y a los demás. Se crean además otros problemas asociados como por
ejemplo sociales y conductuales (baja motivación, inseguridad, oposicionismo).
Esta situación compromete a todos: al chico y su familia, a los maestros y a la
escuela, a los compañeros de clases y hermanos. Los especialistas que
participamos en ActiviBox hemos comprobado que cuando cada uno de los
involucrados en la situación pone en práctica estrategias la situación mejora
notablemente y esto tiene que tener como base puntos esenciales:
Cuando le des alguna
instrucción:
·
Asegúrate de que te está poniendo
atención, establece contacto visual o trata de hacer
contacto corporal, toca su hombro o brazo para captar su atención.
·
Dale una instrucción a la vez, espera que la cumpla para darle la
segunda.
·
En lugar de decirle: “Sube por tu libro de ciencias y llévalo
al estudio para que puedas copiar el ejercicio”, puedes decirle: “Sube
por tu libro de ciencias” y una vez que baje con él: “Ve al
estudio a copiar el ejercicio”.
·
Apóyate en señas y gestos cuando le des direcciones, incluso puedes
usar dibujos con niños pequeños para recordarle lo que debe hacer. Si es
necesario, repítele la instrucción.
·
Divide una tarea en partes y si es necesario hagan un dibujo para
favorecer el seguimiento. Por ejemplo: “Prepárate para ir a la escuela”
- Saca
tu uniforme
- Métete
a bañar
- Lávate
los dientes
- Péinate
Existen situaciones cotidianas que pueden desgastar la
relación entre los padres y el hijo, por eso es necesario tomar en cuenta
estrategias que alivien las relaciones que pertenecen al entorno del niño.